miércoles, 15 de junio de 2011

Sobre el por qué la noche es larga - libro de relatos en proceso ( 2012 )


Noche. 
(Del lat. nox, noctis). 
1. f. Tiempo en que falta la claridad del día. 
2. f. Confusión, oscuridad o tristeza en cualquier línea.


Introducción

 
Distintas teorías se han barajado sobre el porqué de la extrema duración de la noche.

Según los antiguos egipcios esto tenía que ver con las medias lunas y su distancia con las puntas más altas de las pirámides de Mayo.
Para los griegos, en cambio, la respuesta estaba en la temperatura de las aguas de las mesitas de luz. Si la mayoría de los habitantes de Atenas habían llenado sus jarras en los aljibes del patio trasero sería una noche insoportable. Si en cambio lo habían hecho del frío Río Iliso, podían llegar a ser más tolerables.
Sea como fuese, el período nocturno ha sido siempre tema de conversación e interés.
Las pastillas multicolores diseñadas para acortarlo, acostarse y enseguida levantarse otra vez, se pusieron de moda en los años cuarenta en Europa y Japón, cuando las personas temían que la vida fuera demasiado corta y la oscuridad les demandara demasiado de su restante tiempo en la Tierra.

Desarrollo


El astrónomo nacido en época de elecciones en el país mais grande do mundo (o sea Rusia) Sergey Smirnov, * dedicó gran parte de su juventud a investigar dicho caso.

Por un lado, después de años de estudio, logró prever cuánto durarían la noches del año, siempre que éste no fuera bisiesto.
Después de millones de cálculos, llegó al total de kilómetros que resultan del triángulo bizarro y amoroso que se forma entre la Tierra, la Luna y la Osa Mayor; una vez que obtuvo ese número, debió sumar el veintidós (los dos patitos), cifra mágica para los afganos de la generación X, y multiplicarlo por cuatro. Si da menos que cero, las noches de ese año serán lentas, interminables, como las del verano del ochenta y seis que sufrió Sergey en su tormentosa época de niño genio exiliado en Buenos Aires, en aquella vieja casona de San Telmo en cuya terraza de antiguos azulejos rajados se apilaban bajo  la luz de las estrellas y del Cometa Halley, agusanados cajones Moño Azul y sifones de Cimes vacíos.
En cambio si el número es superior, las interminables horas nocturnas solamente serán “largas”, como las que se pasaban escuchando a  Los Encargados en cassette bajo un ventilador lento, y deseando un cuarto de helado de frutilla o en su defecto limón.Ahora bien, hallar la razón por la cual toda la gente haya protestado a través de los años sobre la longitud horaria entre que el cielo pasa de un color Tequila Sunset hasta que vuelve a tornarse claro, en la cual sufren de sed y esperan que el primer rayo de luz entre por los agujeritos de la persiana sobre la pared interminable, para animarse a salir de entre las sábanas transpiradas y correr a la cocina a servirse un vaso de agua tibia de la canilla… o esa en que el frío se hace eterno y la quietud momifica los miembros… no fue tarea fácil para Sergey.Analizó con dedicación los teoremas de Tales y Pitágoras,  pero los números no le cerraban y no llegó a nada.
Trató de contraponer la teoría del Big Bang con la influencia de los intermitentes carteles de Neón de Coca-Cola o American Express sobre las pesadillas de los habitantes de la 9 de Julio, pero falló.Intentó corroborar su tesis de doctorado sobre los peatones de la luz fría en la calle Florida y volvió a fracasar.Incluso visitó bingos, cines XXX, discotecas decadentes, whiskerías y parasomnias personales…pero no hubo caso. Sólo miedo, soledad y sinsentido. Ninguna respuesta positiva.

El pensamiento inductivo de Smirnov:

 
La noche es larga para Tomás, que dormido camina hacia el jardín y se queda a la intemperie hasta que canta el gallo.

La noche es larga para Camila, cuyo colchón se le hace de piedra caliza.

La noche es larga para Federico, que no puede dormirse hasta tres horas después de acostarse, pensando mil veces las misma cosas.

La noche es larga para Lila, que si no deja el velador encendido no logra conciliar el sueño.

La noche es larga para Julián, que ronca y se despierta a cada rato.

La noche es larga para Clara, que sueña con aviones estrellados.
 

Algunos leen revistas extranjeras, otros tienen tiempo para la radio…
Sin amor… no creen en el amor.
 

Entonces armó la valija y viajó a troche y moche a través del planeta, recopilando importantísima y secreta información, de la cual llega a nuestros días que  nunca oyó de  grillos sonámbulos, ni supo de búhos inconformes o quejumbrosas luciérnagas luminosas.
Jamás se enteró de preocupados narcisos, en cambio perfumados y gordos de rocío.
 

Conclusión:
 
El lunático problema es meramente humano. Pero excede las habilidades mentales de Sergey Smirnov para comprenderlo o darle una explicación.

Por lo tanto desiste de tratar de encontrarla.
Ya perdió muchas noches intentando insomne llegar a una única respuesta.
Ahora pretende relajarse, y volver sus madrugadas momentos calmos y frescos como suaves  y blancas almohadas de plumas de oca.
Soñar con los angelitos.
Dormir cien años.
Buenas noches, y adiós.

*El científico llegó al mundo bajo el signo de Capricornio y jamás conoció a su padre en persona, un gallardo artista del Circo de Moscú según le confesó su madre tiempo después.



3 comentarios:

  1. me gusta cómo está argumentado
    las fases
    Introducción
    Desarrollo
    "entre que el cielo pasa de un color
    Tequila Sunset hasta que vuelve a
    tornarse claro..." me encantó eso
    Smirnov
    y Conclusión

    la mecánica encaja
    al desarrollo, las frases y
    las expresión (la comparativa con
    Sergey) es de lo mejor.

    Gran tema, por cierto
    Un abrazo desde Asturias.

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  2. Gracias por prestar tanta interesante atención Jorge! :)

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